Perteneciente a una familia profundamente inserta tanto en la historia eclesial como cívica de nuestro país, su personalidad se caracterizó parejamente por su sentido del Estado y su proverbial bonhomía. Bien percibimos tales rasgos los que , con motivo de nuestras actividades profesionales, en algún momento tuvimos trato con él. Tanto como legislador como embajador de distintos Gobiernos o Subsecretario de Desarrollo Social de la presidencia Menem siempre destacó su patriotismo y su espíritu constructivo. Partido ahora hacia la Gloria del Señor, le pedimos su intercesión en favor del país que tanto amara.